viernes, 23 de enero de 2015

Inspiración

Este texto lo he escrito, mientras pensaba en mi propósito de escribir algo cada mes, no sabía si tendría la inspiración suficiente para ello, pero después de mucho pensarlo creo que si la voy a tener, espero que os guste el texto y que sigáis leyendo los que vienen en los siguientes meses.

Este año me he propuesto escribir mínimo una entrada cada mes en este blog, pero en este primer mes me he preguntado si realmente se me ocurrirían temas o historias que contar, conozco bastante gente que escribe, pero no siempre tienen la Inspiración para hacerlo. Creo que es algo a lo que todos los artistas se enfrentan, todos los artistas se enfrentan al folio en blanco, tanto un pintor para dibujar un cuadro, como un músico para escribir su letra, tanto un escritor para escribir. Y es curioso como ese folio blanco solo se rellena cuando aparece la Inspiración, y es curioso como algunos la aman y otros la odian por no aparecer cuando ellos quieren.
Puede que os parezca extraño, pero yo me imagino a la Inspiración personificada, me la imagino como una mujer hermosa, con el pelo largo y ondulado, pero también me la imagino caprichosa, y que a lo que se dedica es a jugar con las mentes de los seres humanos hasta llevarlos hacia la locura.
Y es curioso, y puede que no lo entienda nadie, pero yo a pesar de dibujar y de escribir, jamás me he enfrentado a ella, creo que el hecho de haber visto tantos folios blancos en mi vida ha hecho que me enfrente a ellos directamente, sin tener en cuenta la Inspiración, que tengo que escribir… Escribo, da igual el que, simplemente lo que se pase por mi cabeza en ese momento, seguro que en algún punto del texto saco una idea, una idea que me gusta, y la acabo desarrollando ¿qué más da que luego no quede bien? La idea ya la tienes, ya la irás desarrollando poco a poco, y si tengo que dibujar lo mismo, empiezo a dibujar, normalmente empiezo siempre dibujando un ojo, y luego de ahí ya empiezo a desarrollar lo que quiera.

Tal vez sea solo cosa mía, pero me da la impresión de que hay gente que teme a la Inspiración, teme que no aparezca y que no le deleite con su presencia… Y creo, y solo creo, que nadie debería temer eso, si no viene, que más da, escribe, dibuja, canta… desahógate, que la Inspiración vea que no dependes de ella, y ya cuando quiera venir, ya vendrá, y cuando venga la disfrutarás más, ya que habrás aprendido a vivir sin ella, y solo será una compañía más a la hora de crear lo que quieras crear…

lunes, 5 de mayo de 2014

La chica de sus sueños

Hacia mucho que no actualizaba esto, madre mía... Ya iba siendo hora no? Bueno, hoy os traigo un relato que escribí con la intención de añadirle un dibujo que supiera transmitir lo mismo que la mirada que narro en el, pero a sido imposible, no obstante seguiré intentándolo y en caso de que lo consiga la añadiré al texto, sin más os dejo con la historia:

Era una fría noche de invierno, él estaba sentado en el borde de la cama, tenía la mirada perdida. De pronto ella le acarició su espalda desnuda, él sentía como sus dedos paseaban a sus anchas, como si su espalda fuera un lienzo, sus dedos los pinceles y y ella estuviera dispuesta a crear la mayor obra de arte que el mundo jamás haya podido contemplar. Entonces él se giró y la miró, su pelo color cobre brillaba como el fuego, sus ojos del color de la esmeralda lo miraban fijamente e iban penetrando en su mente hasta que no podía pensar en nada mas. Él se quedo mirando cada una de sus pecas como si de estrellas se tratasen sintiéndose como en el cielo. Su olor tan dulce como su boca, le invadía los sentidos. Notaba como sus manos se deslizaban suavemente por su piel. Poco a poco sus labios se fueron acercando. Se rozaron con timidez y se quedaron uno enfrente del otro intercambiando miradas. En ese momento él se armó de valor y la besó apasionadamente. Sus labios se fundieron en uno, ella se dejó llevar, dejó que aquel beso se apoderara de su cuerpo. Tras aquel apasionado encuentro se quedaron uno frente al otro, mirándose de nuevo, entonces él volvió a fijarse en aquellos ojos, aquellos ojos de esmeralda, aquellos ojos que le hacían perder la razón, aquellos ojos que le habían enamorado... Se dio cuenta que ya nada volvería a ser como antes, que la necesitaba en su vida, y que la necesitaba ahora. Mientras él seguía perdido en aquella mirada, y en sus pensamientos despertó.
Se sentó al borde de la cama tal y como en el sueño, eran las 6 de la mañana de un lunes, comenzaba una nueva semana. A medida que pasaba el día no podía sacar la mirada de aquella chica de su cabeza, la mirada de la chica de sus sueños. Sabía que aquella mirada era real, sabía que la había visto antes, pero por más que le daba vueltas a la cabeza no conseguía recordar donde. Pero entonces ocurrió, lo recordó. Era la chica de la cafetería de la facultad a la cual solía ver cada tarde a las 3, justo después de comer. No era una chica que llamara la atención, usaba gafas y coleta y solía esconderse tras un libro de David Lozano y un café caliente. Recordaba que en un principio se fijó en el libro, se titulaba “Donde surgen las sombras”, él ya conocía ese libro, se trataba de un relato de misterio. Era uno de sus libros preferidos, lo había leído unas cuantas veces. Entonces paso de fijarse en el libro a fijarse en ella, en un principio no le llamó la atención, pero desde aquella noche... desde aquel sueño... no podía pensar en otra cosa que no fuera en aquella chica de melena pelirroja y mirada penetrante.
Decidió pasarse cada tarde a las 3 por la cafetería, siempre se sentaba en  la misma mesa, siempre frente a ella. Era incapaz de quitarle los ojos de encima, a pesar de que jamas podía verle la cara, ya que siempre la tenía oculta tras su libro. Siempre el mismo libro. Hasta que un día ella levantó la vista y le miró, y fue ahí, en ese preciso instante cuando se volvió a fijar en aquellos ojos, aquellos ojos que no había podido sacar de su mente en todo el día, aquellos ojos que se le aparecieron en sueños, y que no le volvieron a dejar dormir. Él se quedó inmóvil, no sabía como actuar, ella en cambio le sonrió, le dio un sorbo al café, cerro su libro y se marchó.
Fue entonces cuando decidió ir a verla al día siguiente y contárselo todo. Contarle que desde que la vio no se había podido quitar su imagen de la cabeza. Contarle que cada noche su mirada se le aparecía en sueños y le desvelaba. Contarle que con sólo verla, se estaba enamorando.
Pero cuando fue al siguiente día ya no estaba, ni el siguiente, ni al otro, ni al otro...
Pasaron los años y él se acabó casando con una chica pelirroja, de ojos verdes, pero sabía que aquella chica no era ella, aquella chica no tenía el pelo brillante como el fuego, ni los ojos de esmeralda, ni aquella mirada hipnótica... Aquella chica no se le aparecía cada noche en sueños, ni le había enamorado tanto como ella, porque ella era única, era esa persona que nadie jamás podría reemplazar. Ella era la chica de sus sueños.

jueves, 4 de abril de 2013

Una historia poco común

Entonces aquella gota de lluvia se poso sobre mi mejilla, y deslizándose poco a poco se fue fusionando con las lagrimas que caían de mis ojos. Mi mirada ya no decía nada, solo miraba al infinito mientras mi cuerpo descansaba a las orillas de un rio. Lo único que se podía escuchar era las gotas de agua cayendo en la superficie del rio, aquello me relajaba, era lo único que había conseguido relajarme desde hacía mucho tiempo. No podría decir cuanto tiempo llevaba allí, solo sé que desde que llegué no había dejado de llorar.
Siempre me han dicho que debo ser fuerte, que no debo llorar, que aguante, que siga adelante, pero no puedo, ya no aguanto más, mi cuerpo apenas responde, continuamente tengo miedo, apenas salgo de casa, los pocos amigos que me quedan no entienden porque sigo aguantando, dicen que sólo yo puedo terminar con esto, que no depende de nadie más que de mi, pero no me veo capaz de terminar con esta tortura, solo le encuentro una solución pero esa única solución me da más miedo que el mismísimo infierno.
Poca gente entenderá mi situación, continuamente aparecen casos parecidos en la televisión, pero ninguno es como el mio, es como si no existieran, como si fuera una locura, una fantasía, algo imposible, pero se dan y existen pero la gente se lo toma a broma, piensan que es broma y que lo que sufro es todo mentira...

Os voy a explicar como empezó todo, fue hace unos años, cuando empecé el instituto, por aquel entonces yo salia cada fin de semana de fiesta, disfrutaba de las sensaciones que me ofrecía el alcohol y fue uno de esos fines de semana cuando conocí a la persona que cambiaría mi vida.
Todo comenzó como cualquier sábado, quedé con amigos y conocidos a las seis de la tarde en la plaza de la ciudad, cuando nos juntamos todos fuimos a la casa de uno de mis amigos, el cual tenía diecinueve años y tenía casa propia ya que sus padres le abandonaron en cuanto este cumplió los dieciocho. Mi amigo había conseguido gran cantidad de bebidas con varios grados de alcohol, entonces yo comencé a beber. No acostumbraba a hacerlo habitualmente, pero aquel día era un día especial, era el último día de clase, justo antes de las vacaciones de verano, y había que empezar a lo grande.
Mi mejor amiga me ofreció un pequeño vaso y me dijo que lo bebiera de un solo trago, yo la mire con cara de desconfianza, pero ella me sonrió y yo lo bebí, note como aquel liquido bajaba por mi garganta y comenzaba a quemarme todas las entrañas. Ardía. Enseguida conseguí un vaso de agua y lo bebí de un solo trago, aquello solo empeoró la situación, ya que fue como volver a beber de nuevo aquel fuego liquido. Cuando se hubo calmado aquel ardor seguí bebiendo, pero cosas más suaves, ya que pensé que aquel contratiempo no debía arruinar mi noche.
No tardé demasiado en empezar a decir cosas sin sentido, aquella habitación poco a poco se iba llenando de gente o eso me parecía a mi, todo daba vueltas, no sabía que hora era, ni me preocupaba, la música se colaba por mis tímpanos y revotaba en mi pecho, el olor a tabaco me empezaba a invadir, entonces, todo el alcohol que había bebido aquella noche decidió montarse su propia fiesta en mi estomago, el cual se empezó a revolver. Salí corriendo de aquel lugar lo más rápido que pude. Conseguí bajar las escaleras del piso e ir a un parque que había allí cerca, entonces caí al lado de unos arbustos y comencé a vomitar. Cuando terminé, me senté y comencé a llorar, no por nada en especial, simplemente por el malestar. Entonces apareció esa persona que os vengo diciendo, se acercó a mi y me apartó el pelo de la cara. Al ver el estado en el que me encontraba se quitó su chaqueta y me la colocó en los hombros, me ayudó a levantarme y me llevó hasta su coche y de allí a su casa. Según entramos me ayudó a tumbarme en el sofá y me echó una manta por encima, colocándome una papelera al lado por si necesitaba volver a vaciar mi estomago de manera precipitada. No tardé mucho en dormirme.

Cuando desperté un delicioso aroma me envolvió completamente, cuando abrí los ojos e intenté incorporarme las bebidas de la noche anterior despertaron y quisieron salir de mi cuerpo lo más rápido posible. Nunca antes me había sentido tan mal, tenía la boca seca y un dolor de cabeza bastante importante. En cuanto me recuperé un poco me levanté y fui hacía la cocina. Allí estaba, era lo más bonito que había visto nunca, era una persona con un cuerpo perfecto, un pelo dorado como el sol, unos labios que daban ganas de besarlos y no separarte de ellos nunca.
Cuando me vio se acercó a mi y me preguntó si necesitaba que me llevaran a casa, quise decirle que si con la esperanza de que esa perfección transformada en ser humano me acercara, pero no, lo único que salió de mis labios fue un: “puedo ir en taxi”. Tras esa breve conversación cogí mis cosas y me fui, jamás me he sentido tan mal por una chorrada tan grande.
Por suerte, al irme y coger el móvil cogí el suyo en vez del mio, y a las pocas horas recibí una llamada suya y quedamos en un hermoso parque donde se podían ver a varios niños jugar.

Cuando vi su silueta el corazón parecía que se me quería salir del cuerpo. Empezó a latir con tanta fuerza que notaba cada una de mis pulsaciones contra el pecho. Tenía en el cuerpo una sensación que nunca antes había experimentado: en mi estomago se había sustituido el alcohol por miles de mariposas revoloteando a sus anchas y haciéndome cosquillas con sus delicadas alas dentro de mi, en mi cabeza todo rastro de pensamiento desapareció, mis manos empezaron a sudar como si todo el agua que hay dentro de mi cuerpo quisiera salir por las palmas de mis manos y mis piernas comenzaron a temblar como si acabasen de correr una maratón. A pesar de lo desagradable que pueda parecer me gustó aquella sensación.
Cuando se acercó nos dimos un beso en cada mejilla, y nos intercambiamos los teléfonos. Tras un silencio un tanto incomodo me invitó a dar una vuelta, así que comenzamos a andar. Me contó varias cosas sobre su vida, me dijo que desde hacía unos años se dedicaba al boxeo y que se le daba bastante bien, yo le conté algunas de mis aficiones, le dije que una de las cosas que más me gusta es dibujar, a lo que respondió lo que mucha gente responde: “¡Oh! algún día tendrás que hacerme un retrato”. Le prometí que algún día se lo haría.
Pasamos toda la tarde juntos y como esa muchas más tardes. Encajamos a la perfección, nos entendíamos, teníamos tantas cosas en común...

Después de unos meses comenzamos a salir, yo en aquellos momentos era la persona más feliz del mundo, tenía a quien amaba a mi lado. No tardamos mucho en ir a vivir juntos.
Todo era perfecto, pero poco a poco las cosas empezaron a torcerse, ya no me dedicaba palabras dulces que hacían que me derritiera a sus pies, ya no me acariciaba hasta que me adentraba en el mundo de los sueños....

Todo cambió en nuestro primer aniversario juntos, aquella persona de la que me había enamorado salió a celebrar con su gente nuestro aniversario sin invitarme a mi, yo no le eché nada en cara, es más, cuando volvió me acerqué para darle un abrazo, pero lo único que me dijo es que si había preparado la cena, cuando le dije que si se acercó a darme un beso en la mejilla. En aquel mismo instante una bofetada de olor a alcohol invadió mi nariz y no pude evitar preguntar si había bebido. Entonces empezó todo, se giró bruscamente hacía mi y me preguntó si tenía algún problema si bebía, yo le dije que no, que simplemente lo dije por curiosidad, entonces empezó a insultarme, a decir que siempre me metía donde no me llamaban, me dijo que era la persona menos indicada para criticar a la gente que bebía, que por una vez no pasaría nada. Cada palabra que decía la decía gritando cada vez más, hasta que al final no se oía otra cosa que sus gritos. Entonces le pedí que por favor se tranquilizara y que bajara la voz. No debí decir eso, en ese momento todo se torció, aquella persona que hacía que se juntarán miles de mariposas en mi estomago se convirtió en la persona que más temería a partir de ese momento. Según terminé de decir la última palabra un puño se acercó hacía mi nariz con firmeza, la cual golpeó, salpicando las paredes y la alfombra de sangre.
No supe reaccionar, pensé que me lo merecía, pensé que aquello había sido a causa del alcohol
A la mañana siguiente según me vio vino a disculparse, me dijo que jamás me haría daño, que no era su intención hacerme sufrir,que jamás volvería a pasar algo como aquello.

Yo creí todas y cada una de sus palabras. Pero mentía. Paso lo mismo una y otra vez, las discusiones parecían no tener fin, los insultos dolían casi tanto como cada uno de sus puñetazos, empecé a taparme el cuerpo con ropa de manga larga para que la gente no viera los grandes hematomas que me cubrían... Cada vez salía menos de casa, no tenía humor para nada y así poco a poco fui perdiendo todos los amigos que tenía. Mi vida se iba cerrando unicamente a esa persona, ya no era una vida, ya no era libre, el amor había conseguido esclavizarme.

La última pelea que tuvimos fue la definitiva, realmente no recuerdo por qué empezó, solo recuerdo sus manos golpeándome repetidamente por todo mi cuerpo, y en ese momento en el que apenas me podía mover del dolor se acercó a mi con un cuchillo ¡Me iba a matar! A pesar del dolor me levanté y salí corriendo tan rápido como pude. Corrí y corrí hasta que las piernas dejaron de responderme, entonces comencé a caminar hasta llegar aquí, a la orilla de este río.



Muchos os estaréis preguntando por qué no denuncié a esa persona ¿no? Pensaréis que si lo hiciera recibiría varias ayudas ¿verdad? Pues no es así, únicamente reciben ayuda las mujeres que son maltratadas por sus parejas, pero cuando la victima es un hombre nadie le toma enserio, piensan que una mujer es incapaz de pegar a un hombre, piensan que el hombre tiene más fuerza que la mujer, pero esto no siempre es así, y cuando intentas denunciarlo apenas le dan importancia e incluso se lo toman a broma. Por eso estoy hoy aquí, viendo la lluvia caer, dejando que sus gotas se mezclen con mis lágrimas, pensando en llevar a cabo la única solución que se me ocurre, el suicidio.

jueves, 7 de febrero de 2013

Recuerdos


Otro de los textos que andaban perdidos por mi ordenador, espero que os guste.

Y entonces ella le agarro de la mano y le subió al piso de arriba donde se encontraban las habitaciones, cerraron la puerta y ella se apoyó, el apoyaba todo su antebrazo sobre la cara de ella mientras la acariciaba el pelo y la miraba a los ojos. Ella con una mirada tierna y traviesa le empezó a besar, pero poco a poco fue separándose de los labios para acercarse al cuello. Luego empezó a bajar y cuando sus labios chocaron con la camiseta decidió retirarla, él estaba completamente concentrado en cada uno de sus movimientos, ella seguía besando su cuerpo a medida que seguía bajando. Entonces llegó a donde estaba el pantalón, y empezó a desabrocharlo, mientras seguía besando su tripa por debajo del ombligo. Pero había algo extraño, en ese juego tan dulce, tan divertido, tan intimo... Ella lloraba, de sus ojos caían lagrimas sin parar, realmente ella llevaba llorando desde que todo comenzó.
Una vez que desato completamente el pantalón lo fue deslizando suavemente hacía abajo, mientra que con sus dientes mordía la goma del calzoncillo y lo bajaba poco a poco. Pero entonces despertó, toda su almohada estaba bañada en lagrimas.
Se puso boca arriba mirando al techo, preguntándose que hizo mal. Ya no sentía a nadie abrazando su cintura, la parte izquierda de la cama estaba totalmente vacía, solamente escuchaba su respiración y el tic-tac del reloj... Se sentía sola e insegura, aquella cama de 2x2 era demasiado grande para una sola persona. 
Se puso a pensar en lo que acababa de soñar. Pensó que le echaba de menos. Pensó que echaba de menos esos juegos, sus abrazos, sus miradas, sus caricias, sus palabras...
Encendió la luz, era una habitación enorme, con muchísimas cosas, pero ella no veía lo que había, ella lo único que veía era lo que faltaba. Faltaba esa chaqueta militar desteñida horrible que ella nunca le dejó ponerse, faltaba la tabla de surf colgada de la pared, faltaba el olor a tabaco que ella siempre le reprochaba, faltaba el gran desorden de papeles encima del escritorio que ella siempre le ordenaba, pero sobretodo, faltaba él...

viernes, 25 de enero de 2013

Traduciendo canciones 1

Vale, ahora me a dado por "traducir lo que dicen algunas canciones que son conocidas, la idea la saque de un vlogger (si con "V") y como me gustó pues se la voy a copiar un poquito. La cosa es coger una canción y decir frase a frase lo que voy entendiendo, lo que yo añada será de diferente color y estará entre paréntesis. Hoy, he cogido la canción del "Tacatá" de Tacabró que supongo que la conoceréis, y la razón por la que la he cogido es porque es esta canción de la que habla el vlogger que os he dicho antes, que por cierto, si queréis ver el vídeo pinchad aquí. Ahora si, vamos con mi interpretación de esta canción.


Tu sabe que cosa es el Tacatà? 
(Lo que usan los niños y los viejecitos cuando no saben/pueden andar)
Te gusta el Tacatà? 
(A mi no, pero a los peques les parece entretenido, supongo)

A mi me gusta cuando las mamitas hacen Tacatà 
(El tacatá no se hace, se usa)
tacatà brò! 

Dale mamasita con tu tacatà 
(Mira, aquí apoyando a las viejecitas que usan el tacatá, que majo)
Dale mamasita tacatà 
Dale mamasita con tu tacatà 
(¿Otra vez?)
Dale mamasita tacatà 
Dale mamasita con tu tacatà 
(Eeehh... Ya lo hemos escuchado...)
Dale mamasita tacatà 
Dale mamasita con tu tacatà 
(¡Ostia! ¿Vale ya no?)
Dale mamasita tacatà 

Mira como dice mi Tacatà.
(¡Que el tacatá no habla gilipollas!) 
Que empieze la fiesta Tacatà. 
(¿Una fiesta de tacatás? WTF?)
La gente bailando el Tacatà, to' mundo gritando Tacatà. 
(Vale... suponiendo que esta canción se titula "tacatá" se supone que la están bailando, pero si usan tacatás no podrán bailar muy bien... creo)
Subele el volume de Tacatà, mueve tu culito Tacatà, tambien el bechito. Tacatà. 
(Esto ya es enfermizo ¡Colega, que son viejas! ¿Te ponen las viejas? ¿Te pone tu "mamasita"? OMG?!)
Romano & Sapienza Tacatà. 
(WTF?)

Oh yeah, pa' la gente que le gusta el Tacatà, ahora digo Atacabrò, ataca yo y el mi tambien. 
(¿Y ahora se están peleando, o como va? Es que no he pillado muy bien esta parte)

La gente bailando y tu bla bla bla.
(¡Pues lógico! Si usas un tacatá no vas a poder bailar, entonces hablas, es lógico)
 Que es y ataca yo, que es battallà. 
(Otra vez con la pelea de antes....)
Le tette muchacho, yo vuelta Tacatà. 
Que todos le gusta, ai mama. 
(¡A ti es al único que le gusta el maldito tacatá, los demás lo odian!)
te veo attacaa y bien sofocaa 
(¡Estas haciendo bailar con un puto tacatá a una abuelita! ¿Qué cojones esperas? ¿Que te aguante toda la noche?)
ecriviendo cositas de este esperao (Sin comentarios eso de escribir con "v")
invente una cosa nueva a la house 
(Mira, en esto tienes razón, nadie habia escrito sobre los tacatás de las abuelitas)
Tacatà bro. 

Dale mamasita con tu tacatà 
Dale mamasita tacatà 
Dale mamasita con tu tacatà 
Dale mamasita tacatà 
Dale mamasita con tu tacatà 
Dale mamasita tacatà 
Dale mamasita con tu tacatà 
Dale mamasita tacatà 
(Simplemente es cansino.)

Mira como dice mi Tacatà. 
Que empieze la fiesta Tacatà. 
La gente bailando el Tacatà, 
to' mundo gridando Tacatà. 
Subele el volume de Tacatà, mueve tu culito Tacatà, tambien el bechito. Tacatà. 
Que empieze la fiesta, tacatà 
(No voy a comentar otra vez lo mismo...)

ella criticando mi música buena. 
(¿Música buena? ¿Dónde?)
que hago con algun, para toda la arena. 
(Quien entienda esta frase, por favor, explicádmela en los comentarios)
dale tomate un vaso de agua con carnela. 
(Supongo que sera alguna receta de la abuelita)
y veras muchachito que te pasan las penas, 
(Lo dicho, recetas de la abuelita)
juege conmigo que yo estoy en candela 
(Ooohhhh... Recordando viejos tiempos... que mono)
tu sabe yo soy el rey de las nenas. 
(¿Y le dices esas cosas a tu abuela? Pobrecita...)

Uela muchaco, Tu sabe yo soy candela, tu sabe yo soy el rey de las nenas. 
y que pone las cosas buena. 
y ya todo el mundo sabe que lo canten de La Habana. 
(De aquí hasta el final, sin comentarios...)

ta, ta, tacatà. 
Dale mamasita con tu tacatà 
Dale mamasita tacatà 
Dale mamasita con tu tacatà 
Dale mamasita tacatà 
Dale mamasita con tu tacatà 
Dale mamasita tacatà 
Dale mamasita con tu tacatà 
Dale mamasita tacatà 

Mira como dice mi Tacatà. 
Que empieze la fiesta Tacatà. 
La gente bailando el Tacatà, 
to' mundo gritando Tacatà. 
Subele el volume de Tacatà, mueve tu culito Tacatà, tambien el bechito. Tacatà. 
Que empieze la fiesta, tacatà 

hacete tacatà, que te gusta a ti mami. 
ta, ta, tacatà. 
ahhhhhh. 
tacatà bròò.

Bien, después de leer esto, voy a decir solo dos cosas:
 -La letra la he cogido de musica.com, con lo cual doy por hecho que la a subido algún seguidor de esta gente, así que si estas leyendo esto, por favor, mejora tu ortografía, mis ojos y yo te lo agradeceremos.
 -Que sepáis todos que os habéis pasado el verano bailando una canción que habla de el tacatá de una abuelita. Ahí lo dejo.

viernes, 18 de enero de 2013

Amor verdadero

Esta entrada la escribí hace bastante tiempo en un tablón de tuenti y al volverla a leer volví a sentir la misma sensación de cuando la escribí por primera vez, así que he decidido publicarla aquí haciéndole un par de cambios. El texto en cuestión, habla de un amor que se que todos tenéis cada año. Espero que os guste.

Tengo ganas de ti, de sentir tu calor sobre mi cuerpo desnudo en la profundidad de mi cama. De que me hagas sudar en esas largas noches junto a ti. De que al abrir la ventana se inunde mi habitación de tu olor tan particular y a la vez dulce. De sentir la necesidad de tumbarme sobre la hierba y respirar profundamente, sabiendo que tu estas aquí. De sentir la libertad en mi cuerpo que solo tu me otorgas. De sentir mi mente en paz y saber que todo es posible y que aunque algo salga mal, saber que gracias a ti podré disfrutarlo igualmente. Tengo ganas de tenerte junto a mi y no tener prisa porque pase el tiempo. De tener la sensación de que lo nuestro durará para siempre, aún sabiendo que no es verdad, pero aún así me alegra saber que cada año volverás y que lo pasaremos tan bien como el anterior y me alegra saber que sabes que siempre te espero con las mismas ganas, por favor, no me faltes nunca, verano....


viernes, 11 de enero de 2013

Longboard

Esta entrada la escribí, justo después de venir de andar en long y pensar que es de las mejores sensaciones que existen en este mundo, las cuales quería compartir con vosotros.

Poca gente lo entenderá, es una de esas sensaciones personales que aunque otras personas te digan que sienten lo mismo tu sabes que no es así. Es una sensación única, tuya y de nadie más. Es sentir el viento en la cara, sentir como tus pies se funden con la lija, la lija con la tabla, la tabla con las ruedas y estas a su vez con el asfalto. Es sentir que tienes el control de todo, saber que cada movimiento lo eliges tu. Sentir como el sonido de las ruedas sobre el asfalto entra en tu mente y es lo único que escuchas. Es sentir como todo ello hace que te evadas de los problemas, que los olvides, aunque solo sea por un instante. Seguramente poca gente que lea esto entenderá de que estoy hablando, pero la gente que lo haya entendido sabrá que es algo irremplazable.